Para …. El vidrio                           

Algo de magia hay en la obra de Tarasieh Werle Vahdat. El vidrio y la luz son sus nobles aliados en la tarea de la creación. El vidrio, en sus manos  y desde su sensibilidad, cobra vida, se vuelve material maleable, manto y textura. Deja de ser el frágil cristal para convertirse en potente instrumento con el que reflexiona acerca de la condición humana.

La artista ha trabajado desde vitrales y piezas utilitarias en vidrio hasta piezas decorativas para finalmente proponer esculturas muy complejas en las que la luz tiene un protagonismo fundamental. Cuando la luz penetra en el cristal se produce la maravilla, el destello, el asombro espontáneo.  

Tarasieh trabaja varias técnicas para modelar el vidrio: el biselado y pegado en el frío, las técnicas propias del vitralismo y también incorpora en sus esculturas otros materiales, como hierro y madera, que sostienen al elemento principal, el cristal.

Cristal es mineral, es piedra. También es fuego. Y agua. Y luz. Y la suma de todo eso es el color.  El vidrio es fragilidad pero en la obra de Tarasieh Werle Vahdat se vuelve fortaleza. ¿Puede haber elemento más sensible y a la vez más fuerte? Sus cristales son la representación de la vida, esa vida que nace de la tierra y que se vuelve luz.

En esta reciente exposición la artista reflexiona, a través del cristal, acerca de los pensamientos. Esculpe mentes brillantes, las mentes cortas, las mentes creativas, las mentes poéticas, las mentes iluminadas. Lo hace con piezas que representan el cerebro humano y que se tiñen con delicadas fibras de colores.

El vidrio, el material que ha escogido para moldear y crear objetos plásticos a lo largo de su trayectoria, se ha vuelto un aliado para hablar de la espiritualidad, del poder de la creación y de la imaginación sin límites. El espectador no dejará de asombrarse al ver cada fibra de vidrio adquirir vida propia, destellos de luz y de color.

Milagros Aguirre.

Tarasieh ha cultivado en el tiempo una exquisita relación con el vidrio, material de su predilección. Ella nos toma de la mano para acercarnos a este análisis de la mente a través de este juego de formas, reflejos, luces, transparencias y colores.

Marcelo  García

Tarasieh Werle-Vahdat, ha logrado hacer, con el cerebro, este nuevo signo del mundo, sus cerebros, alojados en recipientes −desde luego de vidrio−, o suspendidos en el aire, nos muestran que la belleza ha de ser siempre un llamado a la reflexión y al estremecimiento.

Abdón Ubidia